Ehunmilak 2015
Joan Marc, Ruth, Ximo, Hugo, Luis, Ana y Manolo |
Ya me lo dijo Peula en Atarfe, " los vascos van años por delante nuestra en CxM " y lo confirmamos en la Ehunmilak de este año. La mejor carrera en organización y atención al corredor en la que he participado . Lo de la gente animando en cualquier punto dela carrera no existe en ningún otro lugar. Grupos de chavales jóvenes a las 2 de la madrugada animando en la subida al Txindoki, no existe en ningún otro sitio. Impresiona como se vive el deporte en el País Vasco. Es un tópico, pero es real.
Nuestra aventura comienza en un caserío vasco en las montañas de Zegama.
Nosotros cuatro, Hugo, Luis, Manolo y yo, nos embarcamos en la mas pequeña, de 88 km. y 6000 m. positivos. Distancia y altitud que no habíamos tenido la ocasión de correr anteriormente. Mucho desnivel positivo en tan pocos km. Era un reto que había que tomarse en serio. La preparación había sido buena, con 4 tiradas largas en los meses anteriores, la mayor de 50 km. por la noche, y las otras con menos kilometraje pero más rápidas . Yo iba rodeado de galgos montañeros, así que en la salida en Beasain corrimos 1 km juntos y luego adiós y cada uno a su ritmo que la carrera es larga.
En la salida, a las 11 de la noche,el ambiente era espectacular, toda la calle del núcleo urbano de Beasain llena de gente animando con "aúpa" y palmas sin parar. Los primeros kilómetros voy bastante ligero para lo que tenía previsto, luego lo pagaré en la subida al Txindoki, donde tengo mi primer bajón y me pasan muchos corredores y eso deprime.. Me he alimentado poco y solo deseo llegar al avituallamiento para comer, pero para colmo, después de pasar por el Txindoki, me quedo sin agua. Tengo sed, se levanta una ventisca fuerte, hace un poco de frío.
Por fin un puesto donde hay comida, devoro todo lo que encuentro en la mesa y lleno el camel, "ya no me volverá a pasar", me digo y recupero rápidamente el ánimo.
Ahora voy hacia la madrugada, se cerca la mitad de la carrera y la bajada hasta el puesto, donde esta la mochila de repuesto y comida caliente, se me hace larga. Tengo otra vez hambre y además al ir solo tanto tiempo tengo ataques de sueño. Al fin llego al control, necesito sentarme y respirar, después de un par de minutos recobro el aliento y tomo un plato de espaguetis, un café, galletas y un gel de cafeína, buen desayuno.
Al salir del avituallamiento me junto con Marta, una chica vasca con la que comparto algunos km.y luego vamos haciendo la goma. Los siguientes kilómetros son por un bosque de hayas espectacular, el tramo es un sube y baja continuo, con tramos entre helechos y con el cielo cubierto, por lo que la temperatura es ideal. Estoy renaciendo otra vez y cogiendo ánimo, pues ya empiezo a pasar a gente por lo que me digo que no voy tan mal. La cabeza va dando vueltas a mil por hora. Tengo que gestionar lo que queda y llegar bien a la meta pero al mismo tiempo disfruto del paisaje.
Llego a la zona del Aizkorri con la Ermita de San Adrián, donde me tomo tiempo para hacer un vídeo y tomar fotos. Esta subida es por un sendero de piedra caliza con puntas, terreno muy técnico. Arriba no podemos ver nada de paisaje, está nublado, una verdadera lástima.
Ahora bajamos a un lugar amplio, una pradera con un rebaño de ovejas autóctonas vascas, de las que hacen el queso de Idiazabal. Estoy solo y lo disfruto muchísimo, un sitio maravilloso, de lo más bonito que he visto en la carrera.
Otra pequeña subida y bajada por la zona de Zegama, hasta el avituallamiento de Oiartzua. Queda poco, calculo que si voy rápido rondaré las 17 horas y media. Lo más duro ha pasado, ahora quedan sendas por bosque, un tramo de camino de Santiago y alguna pequeña tachuela, como dicen los ciclistas . En la entrada de Zerain me espera Ruth, Joan y Laura. Me alegro un montón de verlos, no os podéis imaginar el subidón que produce ver a mi gente. Después viene Mutiloa y llego al puesto antes que ellos, que han ido en coche. Sigo adelantando a corredores. Quedan sólo 10 km. y como por última vez.
Las piernas están muy cansadas, no puedo ir muy rápido, aunque si puedo trotar, por lo que calculo que no bajaré de las 18 horas.
En los últimos kilómetros deseo ver ya Beasain, pero nunca aparece. Se hacen largos y es por las ganas de terminar. Empiezan a aparecen las primeras naves industriales del pueblo, pero todavía quedan mas de 2 kilómetros, es como dar la última vuelta al estadio, se hace interminable. Veo a Ruth, a mi Joan y a todos los amigos, todos aplaudiendo, aúpas por todos lados, es una entrada triunfal. Me siento un héroe querido por todos. Soy feliz. Mis amigos y mi familia están conmigo no se puede pedir mas.
Volveremos al País Vasco, estoy seguro, habrá que repetir esto, y quizás sea la de las 100 millas.
Al día siguiente Ruth se estrenaba en su primer maratón de montaña. Los nervios a montones, pero yo sabia que las piernas le iban a funcionar.
Ana no era la primera maratón que corría, como deportista de toda la vida que es. Las esperamos en el km 15 en Mandubia, Ana a buen ritmo
y Ruth un poco después pero con tiempo bueno para llegar al corte. A partir de aquí Joan y Laura hacen de "Pacers" a Ruth y le acompañan hasta la siguiente subida. Joan hace sus primeros 15 km de carrera de su vida, y como si nada. Ruth pasa por el km 25 con muy buena cara y ánimo. Allí estamos Hugo, Joan Marc y yo esperándola y ella llega acompañada de Joan y Laura. De aquí a meta ira sola. Ana llega la sexta de la general de las mujeres. Ruth un poco mas tarde con 6 h 40 m a la meta, consiguiendo superar su reto de la maratón de montaña.
Satisfacción en su cara y alegría por conseguir este reto al que tanto empeño y tiempo le dedicó en el Llano de la Perdiz, jjjjj.
Ruth con el americano flipao ¿o es Eugenio? |
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